Desde la década de 1970, el vendaje kinesiológico, conocido también como kinesiology taping o vendaje neuromuscular en países como México, España, Italia e Hispanoamérica, ha revolucionado el ámbito de los vendajes. Desarrollado por el doctor japonés Kenzo Kase, este método, inicialmente creado para el rendimiento deportivo, se ha expandido a múltiples áreas, incluyendo la pediatría, neurología y podología.
¿Cómo se diferencia del vendaje convencional?
A diferencia del vendaje convencional, que se enfoca en inmovilizar o estabilizar artificialmente las estructuras músculo-articulares, lo cual a veces puede ser contraproducente al inhibir estímulos táctiles y propioceptivos, debilitar la musculatura y reducir el riego sanguíneo, el vendaje neuromuscular está diseñado para apoyar la curación natural del cuerpo. Este tipo de vendaje facilita el movimiento y estimula todos los sistemas del organismo, promoviendo un proceso de recuperación más eficiente.
El vendaje neuromuscular tiene características similares a la piel en grosor y elasticidad. Está hecho de una estructura trenzada de hilos de algodón y cuenta con una capa de adhesivo médico antialérgico que no contiene látex. Este diseño imita la huella dactilar, favoreciendo la transpiración y la elevación de la piel.
¿Para Qué sirve el vendaje neuromuscular?
El vendaje neuromuscular no solo es una herramienta terapéutica, sino un concepto rehabilitador basado en la neurofisiología, neuromecánica y fisiología muscular. Los beneficios terapéuticos atribuidos incluyen:
- Reducción del dolor y la inflamación.
- Mejora de la contracción y relajación muscular.
- Corrección postural de las articulaciones.
- Facilita la circulación sanguínea y linfática, acelerando el proceso de reparación de lesiones.
Técnicas de aplicación del vendaje neuromuscular
- Técnica linfática: Estimula el sistema linfático superficial para activar el drenaje y reducir la presión en las vías linfáticas, generando un efecto de “vacío” que facilita la eliminación de fluidos.
- Técnica fascial para cicatrices: Flexibiliza y “ablanda” el tejido cicatricial, reduciendo adherencias y ayudando a que la cicatriz sea más suave y flexible.
- Técnica propioceptiva: Se utiliza en lesiones articulares como esguinces para estimular los mecanorreceptores de la zona afectada, mejorando la propiocepción y la capacidad de corrección postural del cuerpo.
- Técnica postural: Ayuda a mantener una postura correcta al generar tensiones en la piel que actúan como recordatorio para ajustar la postura.
- Técnica de corrección funcional: Asiste o limita movimientos específicos, siendo útil en afecciones como la corrección de la posición en articulaciones del tobillo y pie, con aplicaciones en neurología y pediatría.
¿Quiénes no deberían usar vendaje neuromuscular?
- Pacientes con heridas abiertas.
- Personas con traumatismos severos agudos o lesiones óseas o de tejidos blandos que provoquen inflamación.
- Personas con alergias al látex o hipersensibilidad en la piel.
Conclusión
Para aplicar el vendaje neuromuscular de manera efectiva y obtener los mejores resultados, es crucial que el aplicador tenga un conocimiento profundo de anatomía, fisiología y biomecánica. En la Universidad de Oriente, ofrecemos un posgrado en Fisioterapia en el Manejo del Dolor, brindando las herramientas necesarias para aplicar técnicas avanzadas y especializadas para diversas necesidades de los pacientes.
Referencia bibliográfica
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