Los estudiantes de gastronomía de 1C se unieron para rendir homenaje a una de las tradiciones más emblemáticas de México: el Día de Muertos. En esta actividad, los futuros chefs se dedicaron a la elaboración del pan de muerto, un dulce típico que simboliza la conexión entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
Con gran entusiasmo y creatividad, cada grupo diseñó su propio pan, utilizando mermelada de cempasúchil para darle un toque vibrante y auténtico, mientras que el buttercream aportó una textura suave y deliciosa. Esta combinación no solo deleitó el paladar, sino que también visualmente representó la riqueza de la cultura mexicana.
La actividad no solo permitió a los estudiantes practicar sus habilidades culinarias, sino que también fomentó un sentido de comunidad y colaboración. Al final del día, todos disfrutaron del fruto de su trabajo, compartiendo risas y anécdotas mientras degustaban sus creaciones.
Este evento no solo fue una clase práctica, sino una experiencia significativa que fortaleció su aprecio por las tradiciones gastronómicas y culturales del país. ¡Un delicioso tributo a nuestras raíces!