Antes de iniciar con esta nota quisiera que quedara claro el concepto de la palabra holística:
“La holística se refiere a la manera de ver las cosas enteras, en su totalidad, en su conjunto, en su complejidad, pues de esta forma se pueden apreciar interacciones, particularidades y procesos que por lo regular no se perciben si se estudian por separado los aspectos que conforman el todo. Etimológicamente el holismo representa “la práctica del todo” o “de la integralidad”, su raíz holos, procede del griego y significa “todo”, “íntegro”, “entero”, “completo””. (1)
Esto quiere decir que la visión holística del ser humano puede ser entendida como el estudio del ser humano en su totalidad, en sus cuatro cuerpos que son: el cuerpo físico, el emocional, el intelectual y el espiritual.
Al leer este tema vino a mi mente una analogía del hombre como un rompecabezas, cada pieza por separado nos da un poco de información, una chispa, una esencia, sin embargo, cuando todas las piezas se unen y forman un todo, podemos llegar a disfrutar de la gran imagen que se forma.
Me sentía satisfecha con mi conclusión, hasta que al seguir leyendo el documento me topé con la siguiente frase:
“«el todo es mayor que la suma de las partes». En una interpretación holista, lo absoluto expresa relaciones. El todo, como absoluto, resulta imposible de ser aprehendido pues de ocurrir así «ya no sería un todo»” (2)
Siendo así el todo se entiende como unidad, la totalidad en todos sus elementos. Y me llevó a preguntarme: entonces, ¿Cómo es visto el ser humano desde la holística?
Para responder esa pregunta, imaginé al hombre como un holos (un todo). Un hombre de carne y hueso que siente, que piensa, y que se relaciona no sólo con otras personas (otros holos), si no con el universo. Para mí eso es una visión holística, el unificar al hombre, el ver su desarrollo, sus actividades de cognición y sus relaciones como un proceso de crecimiento de todo en conjunto, consigo mismo y con lo que le rodea.
En que nos ayuda la visión holística en nuestro día a día
La visión holística del ser humano permite comprender que para llegar a la trascendencia del ser es necesario desarrollarnos en todas nuestras facetas. No se trata de cultivar sólo el físico, o la mente, o las emociones, o el espíritu. Cualquier desequilibro o distorsión rompería ese gran todo que somos. Se trata de desarrollar el físico, y la mente, y las emociones, y el espíritu. Nada funciona por separado en nosotros y el verdadero bienestar únicamente llega cuando estamos en equilibro en todas nuestras dimensiones. Desde ese yo integral, completo y desarrollado, podremos relacionarnos con otros holos para poder evolucionar y construir juntos. Todo lo que es igual se junta.
El estudio activo del Desarrollo Humano te lleva a realizar una introspección real para analizar en donde te encuentras parada y, desde ese lugar, trazarte metas para avanzar, ya que, como dice el célebre Tony Robbins: “La única manera de sentir felicidad real es al progresar”. Reconocer el gran todo que soy ahora me permitirá vislumbrar el gran todo que me gustaría ser en el futuro. Ser y emprender para trascender.
Por Leslie Arantxa Valdiviezo Zetina – Licenciatura en Lenguas Extranjeras
Programa de Desarrollo Humano
Referencias :
- Briceño, Jesús; Cañizales, Benito; Rivas, Yasmelis; Lobo, Hebert; Moreno, Emilia; Velásquez, Iván; Ruzza, Ivone La holística y su articulación con la generación de teorías. Educere, vol. 14, núm. 48, enero-junio, 2010, pp. 73-83 Universidad de los Andes Mérida, Venezuela
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35616720008
- BARRERA MORALES M. F. En el texto: (Telurium.net, 2019)
Bibliografía: Telurium.net. (2019). [online] Available at: http://www.telurium.net/PDF/holistica.pdf [Acceso 26 jul. 2019].