Cuadernillo de Investigación - Entre lo activo y lo no directivo

RESUMEN

La tarea educativa, en las actuales circunstancias, implica reconstruir la imagen y actividades del docente universitario en perspectiva de las alternativas que nos brinda la Pedagogía Activa No Dirigida (PAND) y los lineamientos para la creación de proyectos en pro de algunas circunstancias que les permitan un crecimiento laboral, en un entorno de Instituciones de Educación Superior (IES) siendo responsables con su actividad empresarial, pero desde las acciones de compromiso para con la sociedad.

Palabras clave: PAND, docentes universitarios, proyectos.

INTRODUCCIÓN

La educación vista desde todas sus aristas, debería ser considerada un arte y no sólo una actividad que se genera de la unión de los saberes de muchas ciencias, de muchas áreas y de muchas circunstancias. Su fuerza en el desarrollo social a nivel mundial es definitiva y su historia es indiscutiblemente una de las más arduas y azarosas, porque ha sido motivo y discurso político, razón y consecuencia económica y marco de prueba para las innovaciones tecnológicas.

La tarea educativa ha dado paso a miles de proyectos que han ido conformando a los hombres y mujeres que hoy tenemos, entonces, digamos que esta labor impacta en los problemas sociales actuales,  por un lado, las deficiencias con las que han sido formadas las sociedades; y por otro, también es la base y origen del éxito y del progreso. Así, en sus procesos de organización, distribución y gestión de contenidos esta vaciada la historia, el contexto y escrita la cultura, también están las fortalezas y las debilidades, las nuevas oportunidades y las siguientes amenazas con las que se enfrentará o frenará el progreso.

De esta forma, entre todos los de actores y circunstancias, el docente es el director, el estratega, que casi autor que determina los porcentajes, tiempos, métodos y circunstancias sobre las que el proceso de enseñanza- aprendizaje ha de llevarse a cabo. No se trata de no incluir el trabajo de quienes a nivel federal o institucional son parte del análisis y desarrollo de los planes educativos, sino de identificar y reconocer la labor docente.

La labor docente, actualmente en México, sufre diversas crisis, en muchos casos ha sido sobajado y poco valorado en un nivel macro por quienes hablan de educación, pero que no han pisado el aula; y por quienes han decidido dejar en la escuela a su hijo(a), en el caso de la educación básica, para que no sólo sea instruido en las ciencias, sino además en ética, responsabilidad, amor, lealtad y gratitud, entre otras áreas que no están en los programas.

Por otro lado, el docente universitario, es uno de los actores más importantes en la educación actual, porque en sus manos esta la terminación del proceso educativo, la toma de la profesión con la que han de vivir los discentes, sus familias y la sociedad; y cuya formación ha de ser el punto sobre el que desarrollen las pautas del progreso de sus contextos, es una pieza medular a la que se debe estar apoyando constantemente.

De esta manera, la Pedagogía Activa, No Directiva (PAND) presenta una serie de estrategias que pueden contribuir a un cambio significativo en la forma de intervenir en la educación.

DESARROLLO

Desde hace años se ha considerado que el eje y centro del proceso educativo, es el alumno, que el objetivo educativo es desarrollarlo como un ciudadano con un espíritu de cooperación y disciplina que le permita no sólo la convivencia sana, sino también colaborativa con su entorno y con quienes lo rodean. De esta manera, la escuela toma un papel más interactivo con el desarrollo humano, así la escuela nueva demostró, además, que el pensamiento se debe desarrollar con el conocimiento en actividades más integradoras y proyectos que permitan aplicar lo aprendido.

Sumemos ahora el papel de la PAND que considera los intereses y necesidades de los alumnos en un ambiente de libertad, comunicación continua y dialogante, donde más que imposición haya un ambiente de respeto y empatía. Muñoz (2019) hace diferentes referencias a las cualidades que cumple la PAND con los niños y que pueden ser pauta para que los docentes universitarios hicieran una reflexión sobre los procesos educativos que se deben seguir ahora. La definición de PAND, según Martí (2003) es una pedagogía que toma en cuenta la actitud del educando en relación al proceso de aprendizaje y el docente adquiere la labor de preparar la situación adecuada para que el estudiante aprenda.

En este sentido, los discentes deben ser considerados el centro del aprendizaje de una manera activa, es decir, si bien la cátedra siempre será necesaria, porque es la voz del saber; los tonos y matices provocan la atención y permiten una experiencia del sentir el contenido. Que el alumno sea el centro quiere decir, en algunos casos prácticos más que solo llamarle la atención, hay que crear la experiencia de lo que provocan sus actos, sus conocimientos y actitudes. Por ejemplo, que los alumnos alteren el mobiliario de la escuela con rayones o mal uso, regularmente es atendido por parte de la IES, sin embargo, los propios alumnos deberían lijar y pintar las bancas porque es un daño en propiedad ajena. El que paguen colegiaturas no da apertura a un daño intencional.

Otro ejemplo, es cuando no se solicitan aulas, materiales o mobiliario a la IES para la presentación de proyectos con formatos, a través de trámites y bajo una agenda, lo que provoca que tengamos ciudadanos que no sigan, ni les importe seguir, la gestión correspondiente y se sabe que no hay ninguna profesión exenta de procesos, al contrario, los nuevos profesionales están creando, por ejemplo, con las Apps una oportunidad de facilitar el acceso, desarrollo y difusión de la información. Algunas sugerencias para los docentes de las IES son:

1. La pertinencia al tema, la asignatura, semestre, currículo y habilidades del alumno. Porque el método de aprendizaje por proyectos o con base en casos, no es sólo pensar qué se puede hacer, la pertinencia es argumentar, como docente, las consecuencias de hacerlo.
2. Vislumbrar las problemáticas a las que se van a enfrentar con temas, lecturas o foros que los ayuden a tomar decisiones. Con reflexiones de convivencia y ética en las acciones.
3. Enseñarles que no son buenos para cada una de las fases, pero su conocimiento los ayudará a dirigir a otros. Reforzar que sí tienen habilidades y sobre todo que la suma de talentos es lo que hace que un proyecto sea integral.
4. Provocar que el proyecto recurra a saberes previos, así el currículo se activaría de manera casual programada. Y se pueden retroalimentar los temarios y contenidos propios y por líneas curriculares.
5. Atender con citas las problemáticas del equipo, pero ir fomentando la distribución de los tiempos y procurar que los estudiantes se sientan escuchados y atendidos, ya que esta es una de las quejas más recurrentes en los pasillos universitarios.

Por otra parte, los docentes universitarios deben tener la oportunidad de hacer carrera educativa, los cursos y talleres que les permita entender los procesos pedagógicos, separarlos de los didácticos, abrir sus opciones de métodos de enseñanza, porque son profesionistas con una especialización en un área del conocimiento, probablemente con experiencia profesional y, en el mejor de los casos, han desarrollado sus propios proyectos.

Pero dirigir a un grupo de personas, no es enseñar, no refiere la competencia de analizar, investigar y acompañar a un alumno. Entonces, en la praxis educativa, cuando los docentes no tienen los suficientes conocimientos pedagógicos, lo que sucede es que se convierten en directores y no aprueban las ideas que puedan surgir y acaban con los procesos creativos antes de que se den; o bien bajo la consigna de “ustedes deben tomar decisiones”, los dejan equivocarse y fallar de manera que pueden reprobar la materia. Dar pautas y lecturas, comentar otros casos en la clase para dar dirección, es lo que la PAND refiere como acompañar al alumno. Cuestión en la que seguramente se encontrará con disfunciones emocionales, inevitables ante las situaciones de pandemia y por los desajustes del aún regreso a la nueva normalidad.

Es así, cómo se puede comprender la fragilidad del docente, un profesional que en el mejor de los casos tiene ganas o interés de compartir su experiencia, pero que no tiene herramientas y, además, batalla con su propia emocionalidad, al que se debería dar un propedéutico, incluso a nivel federal con una certificación para ejercer la docencia universitaria. Un profesionista que obligadamente debe ser supervisado para ser apoyado antes que castigado.

La PAND nos propone ser agentes interactivos, pero para ello es necesaria la comunicación, la capacidad de entender que no podemos hablar igual con primero que con tercero y que el léxico universitario es un argot indispensable para su expresión profesional en últimos cuatrimestres y con ello la elaboración de su tesis.

Entonces, la educación tiene un compromiso que consiste en provocar que los futuros profesionistas aprendan a construir sus aprendizajes, que puedan además hacerlo de todo lo que vivan por medio de la creación, de manera individual o colectiva, de los proyectos que les den experiencias reales de vida laboral, con preguntas inquisitivas, algunas veces, y otras de muelle o de acción. Educar con las debilidades con las que algunos profesionistas fueron egresados es ser parte del problema, es rendirnos al fracaso antes del intento del éxito.

Finalmente, debe tomarse en cuenta que las IES  pueden generar proyectos de plan de carrera, los cursos organizados pueden ser diplomados, sin embargo, debe tomarse en cuenta que por parte del docente debe haber una perspectiva personal donde se deje el autoritarismo confundido con respeto; donde el maestro esté dispuesto a ser superado, donde cada tarea, cada aprendizaje, sea enfocado al alumno, a sus habilidades y donde encuadren sus intereses.

CONCLUSIONES

La educación universitaria es la última oportunidad de hacer que el amor por la profesión haga a estudiantes y docentes parte de la responsabilidad de su saber y de una constante preparación, por ende, partícipes activos del desarrollo social. Los profesores universitarios no deben olvidar el sentido humano como una cualidad de colaboración al prójimo y a la comunidad donde viven, con la responsabilidad que implica educar con el ejemplo. Ahora bien, si tenemos profesionistas sobrados de actitud o prepotentes, tomar en cuenta que esto no fue casual, lo vieron, lo vivieron, es decir, la idea de ser así no les llegó por azar, cada alumno es el espejo de la institución donde se formó.

Por ello, es importante que todo el equipo administrativo escolar que sepa de educación acompañe al docente. No podemos enseñar a enseñar solo desde los libros, la PAND lo refiere desde la experiencia, desde la interactividad de los contenidos y desde una reflexión constante de los planes y programas del currículo, porque entre lo activo y lo no directivo, está el hombre, el ser que puede cambiar al mundo con nuevas actitudes y un compromiso por hacer un mundo mejor.

Doctorado de la Universidad Hispana, Plantel Huahuchinango, Puebla.

Referencias

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 Calvache Mora, C. A.,  (2015). Perspectiva sistémica de la comunicación humana y sus desórdenes. Revista Ciencias de la Salud, 13(3), 327-329. https://www.redalyc.org/pdf/562/56242524001.pdf

Linares, S. L. (2015). Pedagogía no directiva Aportes de Rebeca Wild para una escuela que no enseña nada a los niños. [Trabajo final de grado] Universidad de Granada. https://digibug.ugr.es/handle/10481/40968

Maqueira-Caraballo, G., Álava-Magallanes, G., Plaza-Criollo, L.I. y  Sailema-Torres, A.A. (2018). Pedagogía no directiva, integración de saberes y aprendizajes significativos en educación fisica: aproximaciones y reflexiones. Olimpia: Publicación científica de la facultad de cultura física de la Universidad de Granma. 15(50).  36-44. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6578671

Martí, I. (2003). Diccionario enciclopédico de educación. Ediciones Ceac.

Muñoz- Fernández, M. (junio de 2019). La pedagogía activa no directiva: una propuesta practica para la educación infantil ¿profe, eso lo puedo hacer? Universidad de Valladolid. Facultad de Educación y Trabajo Social.  https://uvadoc.uva.es/handle/10324/39195